Una Aventura camino de Conil

Esta primera salida del nuevo Komando quedará para los restos de la historia. Era el día 17 de Diciembre a las 14:35, en 10 minutos tenía que recojer a Franky, cuando yo, Guty, recibí una llamada. "Quillo que todavía no he comido, que me estoy haciendo un paquete pasta y ¡¡¡esto no tarda diez minutos como pone el sobre!!".

Decidí entonces ir a recojer antes a los demás. Jesús estaba puntual y fuimos a por Tuket. Cuando pasaban 5 minutos de las 15:00 lo llamamos. 

"Quillo que te estamos esperando"

-"¿Cómo?"

"Quillo que quedamos a las tres para irnos para el  partido"

-"Quillo, que pensaba que era el Domingo, estoy en pijama en la casa y todavía no he comido. Irse vosotros que ya no me da tiempo."

Convencimos al individuo y lo recojimos con dificultades. El símbolo por supuesto trajo su bollito y su cervecita.

Terminamos de recojer a Franky y nos dispusimos a comenzar nuestro viaje a las 15:30, teniendo que llegar a Conil antes de las 17:00 sin gps y con sólo nociones de donde estaba el estadio.

Tras un viaje tranquilo, amenizado por charlas sobre el shira, cogimos el desvió para Medina, Conil, etc, etc.. No habíamos hecho ni unos 3 kilómetros en esa dirección cuando....

-"Pare usted esto es un control de alcoholemia de la guardia civil, documentación".

Mientras la sacaba el guardia no paraba de mirar la camiseta del Algeciras C.F. de Franky y tras unos segundos me preguntó:

-"¿Qué sois de Algeciras?"

"Sí"

_"¿Qué vais a ver el partido contra el Conil?"

"Sí, y vamos con algo de prisilla".

Y al final nos dejó pasar deseándonos suerte en el partido.

Al llegar nos encontramos a la directiva y demás aficionados y nos dirigimos hacia la puerta. Menos Tuket, que prefirió intentar hacer un asalto, que no consiguió.

El partido iba a comenzar y aun no habíamos colocado la pancarta. Que no sé por qué a alguien se le olvido traer el fixo para ponerla.

El partido muy bien en la primera parte. Pero hasta que alguien no se fue al servicio no metió el gol Francis de cabeza. En el intermedio el que escribe se metió entre pecho y espalda un café y un bocadillo de chicharrones pequeñito y creo que tendré chicharrones para largo.

La segunda parte fue mala y con el gol del Conil todos pedían que ese alguien de nuevo se fuera al servicio no sé por qué.
Todo una aventura que terminó con el robo de la antena de mi coche en el estadio y un reconfortante cafelito (que como siempre nunca puedo tomarme antes del partido) en Alcalá de los Gazules.
Algo que contar a los nietos, y seguro que como esta vendrán otras más.